¿SER UNO MISMO, SER ALGUIEN O NO SER?
EN LA REALIZACIÓN DEL YO SE CONSTRUYE EL CAMINO HACIA EL DESTINO DEL SER
¿Estás dispuesto a dejar de ser lo que crees ser para que la potencialidad de tu Ser pueda manifestarse?
Estamos sumergidos en una gran maquinaria social que exige cierto tipo de condiciones para que puedas ser reconocido, ser aceptado, ser incluido, para que puedas sentir que eres alguien. Parece que es requisito indispensable, para poder interactuar en este entramado social, contar con una identidad, que en definitiva es una idea creada por interacción con el exterior y los otros. Esa idea central es asumida como verdadera siendo acompañada por un conjunto de creencias que nos dedicamos a defender y fortalecer toda la vida. Es lo que creemos ser y que no queremos abandonar.
Entonces surge la pregunta fundamental:
¿Qué pasaría si me permitiera dejar todas las ideas que tengo acerca de mí? ¿Podría relacionarme con lo externo –con los otros– si no tengo un punto de referencia fijo desde el cual aceptar o rechazar?
Justo desde aquí, desde esta posibilidad, desde esta pregunta, empieza el largo viaje hacia la desprogramación y la desidentificación, comenzando por encontrar y estructurar un centro propio, y desde allí iniciar un proceso de despojamiento de lo que no es propio para dar lugar a la manifestación del divino ser que habita adentro y que tiene lo más valioso.
Hasta el momento en el que te das cuenta que no se trata de la respuesta a la pregunta “¿Quién soy yo?”, sino que la misma pregunta se disuelve en la no-respuesta que deja expuesto y evidente el misterio mismo del Ser que somos.
En el fondo hay una verdad original: No sé quién soy… y emprender el camino para descubrirlo me abre al encuentro de lo que está más allá de lo que creo ser, es así como el Ser puede manifestarse.